Cusco está ubicado a más de 3,300 m s. n. m., y Vinicunca llega casi a los 5,000 m. s. n. m. Es una altura que el cuerpo lo siente, y si no estás preparado, te puede jugar en contra: Dolor de cabeza, fatiga, mareos, entre otras molestias, a esto se le llama mal de altura.

Por suerte, aprendí a prevenirlo. En esta guía comparto mi experiencia y te cuento qué hice antes del viaje, cómo me cuidé al llegar y qué pasos seguí cuando aparecieron los primeros síntomas. Mi objetivo es que disfrutes la altura sin que la sientas en tu contra.

¿Qué es el Mal de Altura?

El mal de altura —conocido localmente como soroche— es la reacción de tu cuerpo a la menor concentración de oxígeno que hay en altitudes elevadas. Por lo general, empieza a sentirse a partir de los 2 500 m s. n. m., aunque esto varía según la fisiología de cada persona y la rapidez con que se ascienda.

Cuando llegué a Cusco, al principio me encontraba bien. Sin embargo, pocas horas después aparecieron los primeros síntomas: dolor de cabeza, mareos y un cansancio profundo. Esto sucede porque, a mayor altitud, cada respiración contiene menos oxígeno y nuestro organismo necesita tiempo para adaptarse. Si no le damos ese tiempo, pueden manifestarse molestias como:

• Dolor de cabeza
• Mareos
• Náuseas o vómitos
• Cansancio excesivo
• Pérdida de apetito
• Insomnio
• Dificultad para respirar al hacer esfuerzo

Estos síntomas suelen aparecer entre dos y doce horas después de la llegada y, por lo general, duran de uno a tres días. En la mayoría de los casos son leves y pasajeros, pero si los ignoras pueden agravarse. Lo mejor siempre es prevenir; y si notas que los síntomas se intensifican, no dudes en consultar a un profesional de la salud. El soroche puede afectar tanto a quienes visitan la altura por primera vez como a viajeros experimentados, por lo que es fundamental reconocer sus señales y saber cómo actuar.

En lo siguiente, te cuento cómo evitarlo y qué hacer si aparece.

¿Cómo prevenir el mal de altura?

Antes del viaje

Cuando me preparo para un viaje a más de 3 000 m s. n. m. —como Cusco (3 300 m s. n. m.) o Vinicunca (casi 5 000 m s. n. m.)— sigo estos pasos:

• Infórmate antes de ir

Saber a qué altitud vas a estar te ayuda a prepararte mejor. Cusco, por ejemplo, está a más de 3,300 m s. n. m. y Vinicunca está cerca de los 5,000 m. s. n. m. No es cualquier cosa.

• Planea tu ruta con cabeza

Si puedes, sube de a poco. No vayas directo a los lugares más altos el primer día. Lo ideal es aclimatarte en Cusco uno o dos días antes de hacer trekkings o subir a Vinicunca.

• Evita comidas pesadas antes del ascenso

Un día antes de subir, come ligero. Evita el alcohol y los excesos. El cuerpo necesita energía, y no más trabajo.

• Hidrátate bien

Toma agua desde un día antes. La altura deshidrata rápido. Y cuando el cuerpo está seco, el mal de altura pega más fuerte.

• Consulta con tu médico (si tienes dudas)

Si tienes problemas respiratorios o cardíacos, o si ya tuviste mal de altura antes, es mejor hablar con un médico. En algunos casos, recetan pastillas como la acetazolamida (Diamox).

Durante el viaje

No se trata de aguantar el mal de altura, sino de adaptarse. Y para eso, es importante escuchar el cuerpo.

• Tómalo con calma el primer día

No hagas caminatas largas ni subidas pesadas apenas llegues. Lo mejor es descansar, comer liviano y moverse despacio. La aclimatación necesita tiempo.

• Evita el esfuerzo físico

Subir escaleras, cargar mochilas pesadas o correr, cansa el doble. Haz lo necesario, pero sin apurarte.

• Come ligero

Comidas suaves, sin grasa. Evita el alcohol y los excesos. El cuerpo ya está trabajando de más, no le pongas más carga.

• Sigue hidratándote

Siempre es bueno tomar sorbos de agua durante el día. También ayuda tomar mates (como el de coca o muña). Son parte de la cultura local y alivian bastante.

• No ignores los síntomas

Si empiezas a sentirte mal, descansa, respira y no te obligues a seguir. Tu salud va primero. Si los síntomas empeoran, busca ayuda.

¿Qué hacer si los síntomas empeoran?

A veces, a pesar de todos los cuidados, los síntomas del mal de altura pueden empeorar. Si eso pasa, es importante actuar rápido para evitar complicaciones.

• Descansa y busca un lugar tranquilo

Lo primero es dejar de hacer cualquier actividad física. Si te sientes mal, busca un lugar donde puedas descansar, preferiblemente en una posición cómoda y sin mucho esfuerzo.

• Baja a una altitud más baja

Si los síntomas no mejoran, lo mejor es bajar a una altitud más baja. Aunque pueda parecer un inconveniente, ir a un lugar más bajo es la forma más eficaz de aliviar los síntomas del mal de altura.

• Consulta a un médico

Si el dolor de cabeza es muy fuerte, si presentas dificultades para respirar, o si los síntomas se agravan, no dudes en buscar atención médica. A veces, los problemas de altitud pueden llevar a complicaciones más graves como el edema pulmonar o cerebral.

• Uso de oxígeno

Los lugares turísticos elevados, como Vinicunca, la falta de oxígeno es uno de los primeros problemas. Alguno de esos lugares proporciona Oxigeno Portátil, lo que recomiendo es siempre la adquisición de uno de estos, siempre en con consulta de un profesional.

Consejos adicionales para disfrutar tu viaje en las alturas

Ya has aprendido a prevenir y cómo reaccionar si los síntomas aparecen, pero también hay algunos trucos adicionales que me ayudaron a disfrutar más de la experiencia en Cusco y en lugares altos.

• Aclimatarte bien

Tómate tu tiempo. No apures el proceso de adaptación. Pasa un par de días en Cusco sin hacer grandes actividades para que tu cuerpo se acostumbre a la altura antes de poder subir a Vinicunca.

• Disfrutar el paisaje con Calma

La altura te da paisajes espectaculares. En vez de correr de un lado a otro, tómate tu tiempo para disfrutar las vistas, respirar y relajarte.

• Llevar ropa adecuada

A gran altura, el clima suele cambia muy rápido. Lleva ropa ligera, pero también algo de abrigo por si hace frío o llueva. Además, protector solar, porque el sol es fuerte en las alturas.

• Mantener una actitud positiva

La mente también juega un rol importante. Si te preocupas demasiado por los síntomas, es fácil que se intensifiquen. Mantén la calma, piensa que todo tiene solución y enfócate en disfrutar el viaje.

Viajar a lugares de gran altitud como Cusco, Machu Picchu o Vinicunca es una experiencia única. La belleza de sus paisajes y la historia que se respira en cada rincón no tienen comparación. Pero para disfrutarlo al máximo, descubrí que es fundamental estar preparado.

El mal de altura puede afectar a cualquiera —a mí me pasó—, pero también aprendí que, con algunos cuidados básicos, se puede evitar o al menos reducir sus efectos.

Lo más importante es escuchar a tu cuerpo: aclimatarte con calma, mantenerte bien hidratado, descansar lo necesario y no exigirte demasiado al principio. Si haces eso, vas a poder disfrutar de estos destinos increíbles sin que el soroche arruine tu experiencia.